Carles Puigdemont no para con líos de abogados, pero esta vez parece algo menos serio. El antiguo president ha denunciado a una empresa andaluza especializada en productos ibéricos por llamarse Pig Demont y tener de mascota lo que parece un cerdo con su pelo. Así lo ha interpretado y así se lo ha hecho saber a sus abogados y a la empresa en cuestión a través de una petición a la Oficina de Patentes y Marcas para que la retire.

El propietario de la empresa se ha apresurado a desmentirlo con una buena justificación: la empresa se llama Pig Demont porque vende productos porcinos (pig es cerdo en inglés y demont significa «del monte» en francés -y en catalán-). Además, se excusa en que la imagen de su marca, un cerdo con gafas y peluca, es una simple caricaturización que no busca insultar a nadie.

Eso sí, nos hace sospechar un poco cuando dice que «este proyecto nace del orgullo de ser andaluz y español» y que justamente se creara la empresa el año pasado en plena tensión por el desafío soberanista. La casualidad, quizá.

Para acabar, el empresario se muestra sorprendido porque Puigdemont, con la cantidad de circunstancias personales y políticas que tiene encima se preocupe por un pequeña empresa alimenticia malagueña. De la que probablemente nadie hablaría si el president no nos hubiera llamado la atención sobre ella, ¿verdad?